jueves, 14 de febrero de 2013

Mirar una mota de polvo.


Mirar una mota de polvo a través de la luz , dejar tu mente en blanco, una simple mota de polvo, una cosa tan insignificante , pero capaz de hacer que pierdas el hilo de una clase , algo tan sencillo que mirar una mota de polvo puede hacer que pierdas un trabajo , puesto que para ti en ese momento lo importante es mirar una aquella mota de polvo.

Al mirar esa mota de polvo, puedes verla como cae hacia cualquier lugar , objeto , con total libertad sin ser sometida a nada , solo al viento suave o fuerte que haga en aquel lugar, esa mota que podrá terminar en un lugar muy diferente a donde esta .

Y sinceramente , quien no quisiera ser una mota de polvo , estar hoy aquí y mañana allí , pudiendo darle la coba a cualquier ama de casa que intenta quitarte de algún lugar , pero claramente puedes ver con la luz , como cae en otro distinto.  O esa mota de polvo que esta en algún lugar quieta acompañada de de miles de ella y quien sabe en algo tan importante como un cuadro de Picasso o en alguna figura de cera de algún famoso.

A veces en estos momentos tan críticos en los que esta la sociedad , lo unico que podemos hacer es mirar aquella mota de polvo.

B de Bernard y su maquina de intercambiar cuerpo

Este capítulo esta basado en una reflexión, donde podemos concluir, que cambiarnos de cuerpo, no sería tener una personalidad, puesto que esta no depende de lo físico, si no de lo mental.

Esa reflexión esta introducida con una pequeña anécdota donde un profesor llamado Gibb, no esta contento con su físico y le ofrece a un estudiante muy llamativo físicamente  Steve , cambiarse de cuerpo, con el fin de obtener mejor físico aunque pudiendo seguir con sus conocimientos.

Además de esto el diabólico profesor pensaba estafarle atribuyendole  a  Steve, pudiendo hacer que entrara en la cárcel, pero dándose cuenta que tras el cambio, el tendría que pagar la fianza.

Comparando este texto, con la filosofía, podemos decir, que sería defendido por Sócrates y Platón puesto que ambas creían en la separación de cuerpo y alma pudiendo da a lugar a ese intercambio, pero con loa llegada de Aristóteles, ese pensamiento se desvanece , pasando a ser algo imposible en la mentalidad de ese momento. 

Llegando a la conclusión de que la identidad personal realmente tiene que ver con los atributos mentales , no con los físicos. Pero para Gibb eso no era así , llegando a ser doble desgraciado, pues acabaría arruinado física y económicamente tras el proceso de cambio de cuerpo.