martes, 14 de mayo de 2013

Uno de los placeres de mi vida

Llegas a casa después de un día entero de instituto, tienes uno de esos días en los que te levantas y ni te miras al espejo, esos días en los que ni tu sabes lo que te pasa , esos en los que por mucho que salga el sol lo ves todo gris.
 Y en ese momento en el que terminas de comer , esa comida que ni has saboreado , piensas en marcharte de nuevo, a un lugar tranquilo donde estar solo. En menos de un minuto estas allí en ese lugar que imaginabas , sin nadie a tu alrededor , solo un árbol que te da sombra. Te bajas del coche , y te sientas en el capó , el cual todavía esta caliente, y ahí con el aire en la cara, miras esa ciudad donde te has criado , pudiendo ver cada rincón en el que has jugado y recordando tantos y tantos momentos pasan las horas. Disfrutas de cada respiración , de cada parpadeo , y te encantaría estar toda una vida allí , junto ese árbol el cual es el único que conoce  tus pensamientos , tus maneras de vivir , mirando esas flores silvestres que de lo único que se preocupan es de que algún insecto coja su néctar. 
Mientras que miras como van y vienen los coches , ves  la monotonía en la que estás metido , pero en esos momentos es lo que menos te preocupa , puesto que te ves fuera de ese juego y sigues disfrutando de tu situación .
Gracias a ese aire te da por imaginar ,cierras los ojos e imaginas que estas en otro lugar, otro muy diferente, por ejemplo en cualquier playa oyendo las olas del mar , acompañado de cualquier sirena de un barco lejano y sigues disfrutando de esa brisa marina , ese ruido imaginado que te hace descansar y adormecerte. 
Y piensas que como no vas a disfrutar de este momento, donde te olvidas de los pensamientos malos y lo primero que piensas en compartirlo con esa persona tan especial con la esperanza que sepa saborear cada olor , cada atardecer como tu lo haces y poder vivir ese placer los dos juntos, debajo de ese gran árbol.